martes, 19 de octubre de 2010

He amado un recuerdo. Un sueño.
He amado las hojas que caían en primavera y las hojas que levantaban el vuelo en otoño. Amé el sol invernal y la lluvia de estío. Se complementan del mismo modo en el que el sueño complementa a la oscuridad. Del mismo modo que sin el párpado no habría oscuridad pese a ser parte de nuestros ojos, la pantalla del color.
Pregúntame ahora si la música no es silencio o si el teatro o la danza no es quietud. El pájaro sin el suelo, o el mar sin tierra.
Pregúntame ahora si he amado. Si recordar no es amar o si soñar no es recordar.

miércoles, 13 de octubre de 2010

Has sido como un susurro del viento frío sobre una piel desnuda, un grito en el silencio de un alma torturada, un sonido en la quietud del tormento, una mirada en un mundo ciego. Todo reducido a un día, todo dibujado en un beso. Tu mano en mi mano, tu abrazo en mi cuerpo, tus labios en los míos... Me has enseñado el cielo en tu rostro, los sueños se instalaron entre tu boca y la mía y tus ojos me dieron lo que no quise pedirte pero que tú me regalaste.

lunes, 11 de octubre de 2010

Odio sentirme tan débil solo porque andes cerca. Y ni siquiera "cerca". No, esto no puede considerarse cerca. Es tan patético que me da pánico mirarme al espejo.
Quizá sea porque te recuerdo como el mejor recuerdo de mi vida. Ningún viaje se te acerca ni de lejos, ningún momento.
No eres tu, es que es tu recuerdo. El recuerdo de mi amor por ti. Supongo que es eso que dicen "Te has enamorado alguna vez? Pues no lo sé. Créeme, si lo hubieras hecho lo sabrías."
No recuerdo haberme enamorado de ti, sino de la imagen que yo me hacía de ti. Y era la mejor imagen que había visto nunca. Y que quizá veré, no por algo puedo presumir de imaginación.


domingo, 10 de octubre de 2010

Hay una muñeca a la que le sacan las pilas para ver si la pueden poner otras de menos potencia. Le quitan la ropa y le ponen otra. También la llevan a la cocina a hacer comiditas.
La llevan en carro de paseo por el parque, y tiene un set completo de vestiditos. Tiene hasta su propia habitación, que comparte con el resto de juguetes.


Son niños los que juegan con ellas. Pero las muñecas no pueden llorar, los niños sí.
Supongo que lo que más miedo da es escribir sientiendo lo que dices. Es como si abrieras una pequeña caja de pandora en tu interior, y cuando te das cuenta de que lo que has dicho no ha servido de mucho, tal vez comiences a pensar que lo que hay dentro de ti, lo que hace que toda esa materia gris lleve a buen puerto, no sirve.
Piensas y vuelves a pensar en como puedes expresarte, cual es la mejor palabra a elegir, olvidando por completo qué es lo que querías decir.
Solo son razonamientos de una chica que algún día quiere dedicarse a esto. Veámoslo como una creadora de mundos. Quiero crear mundos y explorarlos después. Pero, ¿cómo voy a crear un sitio donde ni siquiera he estado?
Quizá si haya estado.